—Pero bueno, no es seguro que la señorita Undurraga vaya a voltearte a ver, con esa boca tan venenosa que tienes, ya ahuyentaste a todas las mujeres, ¿no te vas a quedar solterón de por vida?
Del otro lado se hizo un silencio total, y después colgó la llamada completamente molesto.
Germán se echó a reír a carcajadas, sintiendo que por fin había logrado desquitarse, y luego se quedó viendo hacia el techo, realmente estaba muy aburrido.
Pero... tampoco tenía ánimos de irse de fiesta nocturna, carajo, ya ni se le paraba.
Nomás con platicar con alguna modelo, se acordaba de las estupideces que había hecho esa noche, y quería desaparecer ahí mismo.
Estuvo revisando las películas en la app de streaming, pero no había ninguna que quisiera ver, entonces se puso a jugar, pero como tenía la cabeza en otra parte, perdió todos los juegos.
Germán se dejó caer en la cama completamente derrotado, con los ojos vacíos, con la cabeza colgando del borde de la cama.
Pensaba que todo esto era el castigo di