En este punto, Eduardo ya había entendido todo el contexto.
Resulta que había sido esa mujer quien había estado causando problemas desde adentro, y luego Lorenzo injustamente malentendió a Marisela, causándole una serie de daños.
Él se preguntaba cómo alguien que había sido lastimado tan gravemente que casi pierde la vida, que lógicamente solo debería sentir odio y disgusto, de repente después del divorcio estaba desesperadamente enamorado.
Así que no era odio y disgusto activos, sino daño bajo malentendidos. Si esa mujer no hubiera aparecido, tal vez Lorenzo y Marisela ya se habrían enamorado.
Y ahora, Lorenzo sabía toda la verdad, que él había culpado injustamente a alguien, y bajo esas circunstancias había lastimado tanto a Marisela...
—Lo siento, no consideré la condición física del señor Cárdenas, y así sin más le mostré el video de vigilancia —se disculpó Aurelio otra vez.
—No es tu culpa —dijo Eduardo sin expresión.
—Si no hubiera sido por sus órdenes, no se lo habrías mostrado,