—Todo lo puedo explicar, te lo ruego, escúchame... —su voz se volvió humilde, y ya no luchó agresivamente.
—Todo el daño que te causé antes no fue intencional, nunca pensé en lastimarte deliberadamente.
—Las ampollas de la quemadura, eso lo hizo Isabella, no fui yo.
—La fractura del coxis... eso también fue ella, me incitó, fue por accidente que te dejé caer y te empujé...
—En el caso del envenenamiento por gas, no me di cuenta de que era una fuga de gas, sabes que normalmente no entro a la cocina, y después regresé a buscarte, pero ya te había llevado la ambulancia.
Lorenzo finalmente dijo todas las palabras de aclaración, mirando esperanzado a la chica frente a él.
No pedía que lo perdonara completamente, solo que supiera que nunca había pensado en lastimarla deliberadamente.
Marisela tenía una expresión sin emociones, mirando fríamente a Lorenzo como si estuviera loco.
—La vez que llevé la sopa para la resaca, aunque Isabella intencionalmente me lastimó, ¿pero tú qué? Las palabras h