Realmente se había pasado de la raya. ¿En qué se diferenciaba de aquellos malvados que acosaban a Marisela?
Recordó cómo esa mañana la chica había tenido que contener su rabia, soportando sus insinuaciones mientras mantenía una sonrisa en la cara.
Y él, por su parte, encontraba divertido burlarse de ella...
Era un verdadero animal.
Marisela tenía un carácter bastante sereno, y solo cuando estaba realmente furiosa se enfadaba.
Una chica que incluso usaba una foto de paisaje anticuada como perfil, que siendo tan joven ya había visto la crueldad del mundo y se había vuelto excepcionalmente madura y ecuánime.
¿Y qué había provocado todo esto? Los traumas de la infancia y años de abuso y humillación.
En ese momento, creyó sin ninguna duda absolutamente todo lo que Celeste le había contado.
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En el piso de abajo, en su oficina privada, Celeste había regresado pero no se atrevió a contarle a su amiga lo impotente que se sentía. Solo le prometió que estaba firmemente de su lado y que no permit