Celeste asintió, y Ulises comentó:
—Ya decía yo, alguien de nuestro círculo no viviría aquí.
Al escucharlo, Celeste giró la cabeza y entrecerró los ojos:
—¿Qué insinúas? ¿La estás menospreciando?
Te lo advierto, mi amiga es brillante. Durante la universidad, ganó todos los premios de primer nivel del año, además de premios provinciales y nacionales. Incluso lideró equipos en competiciones de diseño, ¡siempre quedando entre los tres primeros!
Al ver la reacción exaltada de Celeste, Ulises respondió:
—No quise decir eso. ¿Por qué te pones tan a la defensiva?
—Claro que sí lo quisiste decir. Escucha tu tono, tan mordaz y despectivo —replicó Celeste haciendo un mohín.
Ulises suspiró con resignación.
—Siempre hablo con este tono —contestó malhumorado.
—No estoy menospreciando a tu amiga. Te acogió para pasar la noche y encima es tan talentosa, mucho mejor que tú.
Celeste apretó los puños, y los hermanos comenzaron a discutir abiertamente.
Al pasar por la entrada del metro, Celeste se detuvo