Por la noche, como siempre, Celeste iba a trabajar en el bar.
Cuando regresaba a casa, casi de madrugada, se lavaba y se acostaba en la cama. Pero de repente, el sonido del teléfono la despertó en medio de la adormecida modorra.
Abrió los párpados pesados, tomó el teléfono y vio que era una llamada de Andrés.
¿Por qué Andrés la estaba llamando tan tarde?
Celeste contestó la llamada:
—Andrés, ¿qué ocurre?
—Celeste, el jefe está hospitalizado. Te agradecería si pudieras venir al hospital a cuidarlo.
Celeste se sorprendió y le preguntó sin poder evitarlo:
—¿Qué le pasó?
—Es una hemorragia gástrica. No divulgues esta información a nadie.
Andrés le explicó concisamente la situación.
Lorenzo era la figura más importante del Grupo Vargas, y si se filtrara la noticia de que estaba hospitalizado, causaría todo tipo de rumores y podría afectar seriamente el precio de las acciones.
Pero, ¿por qué de repente tuvo una hemorragia gástrica?
—Él…
Celeste quería preguntar si estaba bien, pero luego tra