—¿Cuándo vas a hacer publico que serás el Alfa de la manada?
La pregunta de Kian no le sorprende para nada, Kieran sabía que su padre quería irse con su madre a un viaje que ambos planeaba desde hacía mucho tiempo.
—Aún no lo sé.
Kian mira fijamente a su hijo como si pudiera leer todos sus pensamientos.
—¿Por algo en específico, Kieran?
El aludido enseguida negó con la cabeza pero sus pensamientos estaban más allá.
En una sola persona.
Esa cachorra.
—La otra semana será tu coronación como Alfa, después de todo. Así que no se mantendrá oculto por mucho tiempo de todas maneras. Aunque empezarán a sospechar pues comienzan a llegar tus lobos, tu Beta sigue guiándolos hasta aquí.
—No quiero que estén más tiempo lejos. Estoy ocupándome de las cabañas en las que se quedarán. Contraté varios arquitectos. No solo para hacer nuevas casas para las personas de mi manada. Sino también para los chicos del orfanato. No es justo que a los dieciocho sean prácticamente echados de allí y ni siquiera