Auracio
Después de nuestra pequeña charla, nos sumergimos en nuestro trabajo.
- Mañana, debemos ir a hacer el control de los bares y las casas de citas.
¿Vendrás con nosotros?
- Sí, aprovecharé para presentarla a los demás.
- Tus prostitutas no estarán contentas.
- ¿Y por qué? Ellas fueron pagadas por su trabajo, no tengo novias ni amantes entre ellas.
- Espero que no se metan con Ariane.
- Si quieren morir, pueden intentarlo.
Al mediodía, salgo de mi oficina para ir a buscar a mi dulce.
Entro en la sala de informática y la encuentro tecleando a la velocidad del rayo, mis dos empleados de mantenimiento la miran estupefactos. Es asombrosa.
- Mi querida, es hora de ir a almorzar.
Ven, podrás terminar más tarde.
- De acuerdo, jefe, usted es el jefe, si me pide que gatee, lo haré.
- Qué hermosa eres así, mi querida, eres tan obediente.
La beso tiernamente, y ella se sonroja.
Demasiado linda y tan inocente.
La tomo por la cintura y vamos al comedor.
- Después del almuerzo, quiero hablar co