Ariane
Llegué a Noruega hace dos días, hoy estoy esperando que lleguen mi tío y dos de mis hijos. Mañana vendrán los otros. Pasaron primero por Estados Unidos y luego por Francia, y envié mi jet para recogerlos. Estarán aquí en cualquier momento. He apagado mis diferentes teléfonos. Y he comprado otros nuevos. Con eso estoy seguro de no ser molestado por los diferentes mensajes y llamadas que la gente me dejará.
Veo aterrizar el avión. Espero pacientemente a que salgan. Primero reconozco a mis dos pequeños príncipes, ¡son tan hermosos! Corren a lanzarse a mis brazos.
- ¡Mamá, mamá!
Gritan juntos mientras se lanzan a mis brazos.
- ¡Mis amores!
Los abrazo fuerte.
- ¡Los he extrañado!
- Tú nos has extrañado demasiado.
Lo levanto y voy a saludar a mi tío.
- Hola papá, ¿tuviste un buen viaje?
- No, tus traviesos me han agotado.
- Eso es una certeza. ¡No podía ser de otra manera! Síganme, volvemos a casa.
Mi vehículo está estacionado con mi chofer a un metro. Todos subimos y nos dirigimos a