Auracio
Él no me responde, mira hacia otro lado. Empiezo a entrar y salir en ella. Es verdad que está buena. Me abalanzo sobre su pecho, tiene un pecho precioso, no puedo dejar pasar esto, tengo que disfrutarlo. Ella tiene los ojos cerrados, yo sonrío ampliamente, estoy feliz porque ese imbécil me mira en directo hacerle a su mujer lo que él le hizo a la mía. Sé que nunca podrá borrar esa imagen. Sigo follándomela lamiéndole los pechos. Le aprieto los pezones, los chupo por turnos. Luego, le hago chupetones en el cuello. Finalmente, vuelvo a subir a su cara y la beso en la boca.
Ella se niega a abrir la boca, yo la obligo a entrar, encuentro su lengua que chupo hábilmente, siento un cambio en su postura, noto que está más relajada con su lengua en la boca. Debe ser muy sensible por ese lado. Sigo jugando con su lengua mientras redoblo mis embestidas. Le abro bien las piernas para invadirla bien. Empieza a sentir algo, aunque no quiera, su cuerpo lo quiere. Sigo amándola durante dos h