Auracio
Cuando la puerta se abre y mi reina me ve, veo en sus ojos un total desprecio. Veo que ya no soy el hombre de sus sueños. Entiendo que no me perdonará esta traición. Pero... ¿pero qué? ¿Por qué me siento como el peor de los hombres cuando me miro en sus ojos? ¿Por qué me odia tanto? ¡Solo me he vengado! ¡Le hice lo que él me hizo! ¿Por qué sería más monstruo que él? Intento hacerle entender la razón, pero no quiere escuchar. Está como sorda a todas mis explicaciones. ¡No es el fin del mundo! Ella sabe muy bien que no siento nada por esa mujer. Corro tras ella en la habitación para intentar hablarle, pero recibo dos balas en el hombro. Maldita sea, ¿por qué es tan obstinada? La miro alejarse y no entiendo qué tengo de tan terrible. ¡Solo fue una venganza! ¡Una venganza! ¡Nada más! Intento alcanzarla, pero es imposible, ya se ha volatilizado. ¿Desde cuándo se ha vuelto tan buena conduciendo? ¿A dónde se ha ido? Maldita sea, ¿en qué situación me he metido ahora?
Todo el mundo est