Jackson
Voy hacia ellos y la abrazo, estoy emocionado, lo ha logrado bien, con su ropa de lujo, pienso que es muy rica.
- Hola
- Hola, eres muy hermosa y te pareces mucho a tu madre.
- ¿La conociste?
- Sí, ¿ya no está?
- Ha fallecido.
- Lo siento.
Nos separamos y miro a sus tres hijos, tengo la sensación de estar en "Hombres de negro". Son idénticos y están vestidos perfectamente: llevan trajes a medida.
- Tus hijos son muy hermosos. Hola, mis ángeles.
- Hola, señor.
- Su casa es muy hermosa.
- Además, son educados.
Extienden sus pequeñas manos para que los salude. Los abrazo más bien contra mí. Antes de girarme hacia su padre.
- Hola, señor, y gracias por traerme a mi pequeña sobrina. Venga, vamos a instalarle, espero que pase algunos días conmigo.
- Claro, si dejas ir a esa mujer, estaremos aquí contigo, tenemos muchas cosas de qué ponernos al día.
- ¿Es una amiga tuya?
- No, pero pronto será una madre como yo. Y es por eso que acepté venir, si no...
- Ya veo, no la tienes en tu cor