John
Quiero poder olvidarla, y me pregunto si no es el hecho de que era virgen lo que me lleva a pensar siempre en su dulce vagina. Así que tengo que hacer una experiencia: debo conseguir una virgen y ver qué pasa. Llamo a un contacto que puede conseguirme todo lo que quiero en materia de mujeres, sin importar el color o la nacionalidad.
- Encuéntrame una mujer virgen, mestiza de preferencia.
- ¿En cuántos días?
- En tres días como mínimo. Y por dos días, tu precio será el mío.
- Muy bien, en cuanto tenga el producto te aviso.
Cuelgo, durante dos días la tendré bajo todas las circunstancias posibles. Ahora puedo volver a casa, sé que muy pronto este deseo por ella se irá.
Llegué a casa y veo que ya han llegado, ¿por qué tienen tanta prisa por venir a mi casa? No me gustan las intrusiones en mi hogar.
Llego al centro de mi sala y saludo a los invitados: Ariane, su marido y uno de sus hombres de confianza, he olvidado su nombre.
- Buenas noches, bienvenidos a mi casa. Disculpen