Esa noche antes de irse a su casa, en su oficina, Laura reflexionaba en todo lo que ha pasado y lo que puede pasar en la empresa “Los Laureles” tambien revisaba los puntos clave de su presentación y reflexionaba sobre las palabras de Alex. Sabía que, aunque él no le había dado un elogio explícito, su reconocimiento sutil era un indicio de que su trabajo había sido tomado en serio. La sensación de haber logrado algo importante la llenaba de una energía renovada.
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Al día siguiente, en su rutina habitual, Laura se encontró con Alex en el pasillo. Él la miró con una expresión que, en otra circunstancia, podría haber sido indiferente, pero que ahora contenía una chispa de reconocimiento.
“Buen trabajo ayer, Laura” —dijo, simplemente.
Ella sonrió, sintiendo que aquel elogio, aunque breve, era un paso más en la construcción de su confianza y en la apertura de un camino que aún le deparaba muchas sorpresas.
Con ese pequeño pero significativo reconocimiento, Laura comprendió que la percepci