El efecto de la relación de Laura y Alex se extendió más allá de su departamento. En los almuerzos, las conversaciones se volvieron más abiertas, con compañeros compartiendo sus propias historias y desafíos personales. Se formaron nuevas amistades, y el ambiente de trabajo se tornó más similar a una comunidad unida.
Una tarde, mientras Laura y Alex compartían un café en la cafetería, Ana María Orozco se sentó con ellos. “Es maravilloso verlos así de felices,” comentó con su habitual dulzura. “Recuerdo cuando el ambiente aquí era tan… formal. Ahora, hay una energía diferente. Y mucho de eso es gracias a ustedes.”
“Creemos que la honestidad es fundamental,” dijo Alex. “No solo en las relaciones personales, sino también en el trabajo. Si podemos ser auténticos, la gente confía más, y eso se traduce en un mejor ambiente.”
“Y en mejores resultados, estoy segura,” añadió Ana María. “La felicidad y la satisfacción de los empleados se contagian. Y ustedes son el claro ejemplo de ello. Ver cóm