—Jamás pensé que tu nivel de locura por estar conmigo llegaba hasta aquí o quién sabe que más me puedes hacer, no puedo creer que te prestes para estas enfermedades María. —Ella se ríe por lo bajo.
—No me hagas reír o Lourdes nos escuchará. —Se acerca más a él.
—Si tanto le tienes miedo, no entiendo que haces aquí. —Detestaba a cualquiera que lo haya colocado en esa situación.
—Solo vine a arruinarte un poco la noche. —Lamentablemente Ale no podía taparse los oídos o hacerse el sordo, últimamente le han estado haciendo daño, desean manipularlo para que odie a Sam.
—Sea lo que sea, no me interesa María, no hay nada peor que estar aquí encerrado con puras locas. —Ella no le hace caso y saca su celular.
—¿Ni siquiera de tu amigo Agustín? —Él mira a otro lado.
—Él es un excelente amigo, yo soy la peor persona, así que lo que me digas de él, no te lo creeré, él no merece tenerme como amistad, debo agradecerle muchas cosas. —Mira al techo lamentando muchas cosas.
—¿Excelente amigo? —se burl