••Narra Charlotte••
Sentía las extremidades ligeras, como si estuviera vacía. Muy diferente a mis párpados, los cuales parecían estar hechos de plomo una vez que los abrí. Los ojos me ardían y la luz blanca me cegó durante unos segundos. El olor a desinfectante inundó mis sentidos antes de que mi mente pudiera procesar dónde estaba. Era… ¿Un hospital?
Como si fuera un golpe, los recuerdos llegaron mí.
La huida a través del bosque, los guardias pisándome los talones, la mano áspera que me derribó contra la tierra húmeda, el sonido de la bofetada… y luego… la figura enmascarada. Silenciosa, mortal, amenazante. Los dardos. El pinchazo en mi cuello. El pánico al caer entre aquellos brazos fuertes antes de que la oscuridad me tragara por completo.
¿Fue real? ¿No fue un sueño?
Mis dedos fueron a mi cuerpo, justo donde me había inyectado. Y efectivamente, si me había pinchado. ¡Esto si era real!
Un grito se ahogó en mi garganta y me incorporé de golpe, un latigazo de dolor recorrie