Capítulo 68: Modificando cláusulas.
Mis dedos temblaron mientras abría la carpeta. El peso del papel me quemaba las manos, como si contuviera brasas en lugar de palabras. Y tal y como lo intuí, era un nuevo contrato.
—¿Quieres que te sirvan la comida y después leerlo?
—No, no. No tengo ganas de cenar —dije sin dejar de ver el contrato.
—Charlotte…
—Desayunaré mañana el doble —prometí. No había tiempo de preocuparse por la comida cuando tengo los términos de mi futuro en las manos.
Frederick volvió a su lado de la cama y se metió en ella. Se recostó contra el cabecero, manteniendo una calma calculada, sus brazos estaban cruzados sobre su pecho, observando cada uno de mis movimientos con esos ojos azules que parecían ver a través de mi alma.
—¿Qué es esto? —pregunté, aunque ya lo sabía.
Pero no podía creer que fuera real. Esto puede terminar muy mal (aumentando el tiempo establecido del contrato, de un año a toda la vida. Tal y como torpemente le sugerí en un ataque de ira). O podría terminar muy bien (con las mod