Capítulo 65: Fragilidad en el hospital.
Y entonces, algo dentro de mí se quebró.
Las lágrimas brotaron de mis ojos sin permiso.
—¡Cuatro días! —grité, golpeando su pecho con mis débiles puños—. ¡Me dejaste cuatro días sola! No sabía nada de ti. Sentí que me encerraste en una torre y perdiste la llave en un lago. ¡Pensé que moriría en ese lugar!
Mis palabras se estaban ahogando en sollozos.
Me hizo firmar aquel contrato de amante como una excusa. Su objetivo principal era lograr que me pudra en un rincón de su mansión, hasta que el mundo se olvide de mí. Hasta que la hija del estafador Klifor Darclen deje de existir.
—Me desperté en medio de la noche, adolorida y no había nadie a quien pudiera llamar —Le aparté las manos, logrando que soltara mi rostro. Me miró con los ojos agrandados—. Soñé… soñé que mi cuerpo lo encontraban semanas después, cuando el olor llegara al pasillo. ¡Que ni siquiera te importaría lo suficiente como para…!
Los labios de Frederick cayeron sobre los míos, tragándose mis lamentos. Su toque era