Capítulo 62: El abandono del rey.
Prendí el televisor y comencé a pasar canales sin saber que ver exactamente. Ya consideraba todo aburrido y tedioso. No había programa que me llamara la atención, pero algo tenía que ver. Era eso o volver a dormirme. Y por mi propia salud, no podía seguir durmiendo.
Desde que estoy en esta prisión, he recurrido a dormir muchas horas al día para combatir el aburrimiento. Además, Frederick lleva tres días sin aparecer por aquí. Arturo ha sido el que me ha estado dando las pastillas.
Al preguntarle sobre la ausencia de Frederick, se limitó a decir: “está muy ocupado”.
Al parecer, se estaba hartando de mis reclamos, de mis peleas y de mí en general. Me estaba volviendo a evitar, pero esta vez no era para demostrarme nada ni por ningún reto absurdo, simplemente dejó de venir y ya.
A veces, pensaba que estaba siendo algo fastidiosa, pero luego recordaba nuestro matrimonio falso, la mentira de mi enfermedad, el encierro, y se me pasaba.
Mi dedo dejó de presionar los botones del control