Capítulo 42: El despertar de Charlotte.
••Dos días después ••
Arrojé un florero en la pared y este pasó junto a la cabeza del doctor Bennett, estrellándose en un retrato vacío y sin sentido que compré por la única razón de que era costoso y codiciado.
—¡Dos días! —rugí contra el doctor, pasándome la mano por el cabello. Me acerqué a él y este solo retrocedió hasta chocar contra la pared. Los restos del florero estaban junto a nuestros pies—. ¡Dijiste que dormiría por unas horas y han pasado dos malditos días!
El doctor titubeó, acomodándose sus inútiles gafas.
—Pudo haber sido una reacción… —Sus manos se movían en exceso, más que sus palabras, que parecían vacilar al salir de su boca—… Una reacción no compatible por el resto de los medicamentos que estaba tomando para su hígado y estómago.
—¡No me vengas con tus excusas médicas! —grité, caminando de un lado a otro de la habitación, buscando algo nuevo que arrojarle—. Eres su doctor. Sabías que medicamentos estaba tomando para la gastritis y el hígado, y aún así me diste