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Noelia

He intentado no pensar en él.

En esa noche.

Pero el cuerpo tiene memoria. Y la mía parece decidida a recordarlo todo con una claridad maldita.

La forma en que me miraba como si fuera un secreto que quería desarmar. Su boca. Sus manos. Su maldita seguridad.

No lo conozco realmente. Apenas hablamos más allá de lo básico. Pero hay algo en él que me enciende y me desarma al mismo tiempo. Es como fuego en la lengua. Picoso. Intenso.

Y por eso, tal vez, me cuesta más olvidarlo.

Sera se fue de vacaciones, me lo dijo con ese tono calmo que solo tiene cuando todo está bien. No quise molestarla. No era justo arrastrarla a mi torbellino hormonal y mental.

Pensé en escribirle. A él.

A Blake.

Pero... ¿qué se supone que diga? ¿Hola, sigo pensando en cómo me hiciste temblar esa noche?

¿Sigo recordando cómo me estremeciste sin esfuerzo, cómo me arrancaste el aliento con una caricia?

Por favor. Ridículo.

Estaba hundida en esas ideas torpes cuando sonó el teléfono.

—¡Noe! —La v