El gran día llega y un espacioso salón de la mansión ha sido decorado en tonos blanco y dorado. El lujo, la música, los meseros, las lámparas gigantes, que dan la sensación de estar en un castillo de un cuento de hadas, y las más exquisitas bebidas forman parte de la boda más esperada en Diamond.
Después de dar el sí en la iglesia, los novios bailan en el salón la primera pieza musical mientras son admirados por los invitados, quienes suspiran con ternura por lo enamorada que luce la pareja.
—Taís está hermosa en su vestido blanco —expresa Lilia con ojitos emocionados y semblante ufano.
—Sí, ella parece una princesa —secunda Serena con una gran sonrisa.
Tanto Lilia como Serena lucen un vestido dorado, pero en un modelo diferente y acorde al cuerpo de cada una. Las dos se hicieron ondas definidas y llevan un maquillaje suave.
En cuanto a Taís, ella luce un vestido blanco pegado al cuerpo, con un escote en forma de corazón y detalles dorados en la parte del busto y la cintura. Su cabell