Capítulo 34: Un reencuentro que causa chispas.
Para Alina la voz de Ulises es inconfundible, con aquel tono grave que la hace estremecer por completo, capaz de hacerla sentir como ningún hombre ha logrado ni siquiera tocándola. Recupera la cordura y recuerda que ha tratado de mantenerse alejada de él todos esos años, así que decide comportarse como siempre.
—¿Cómo…? ¡¿Cómo rayos tienes mi número?!
—¡No me cortes, te llamo por Vania! —le dice a la carrera y Alina no puede evitar saltar de su cama, en donde hace diez minutos se ha metido.
—¿Le pasó algo a mi amiga? —le pregunta con un hilo de voz, temiendo lo peor.
—Sí, algo horrible y la estoy cuidando, pero no sé mucho de ella, por eso te llamo, para que vengas a hacerle compañía, si es que puedes claro…
—¡Por supuesto que puedo! Pero ni creas que me iré a meter a tu casa…
—No se puede mover, es… es complicado. No sé si lo sepas, pero Vania está embarazada y su bebé corre peligro, por eso te pido que seas tú quien venga, ella te necesita —oye un suspiro de frustración, luego