Capítulo 35: Despertando un corazón dormido.
Luego de ir a la cocina para pedir el desayuno para todos, Ulises sube con una boba sonrisa, pero al llegar a la habitación de Vania se queda a un lado de la puerta porque ellas están hablando y le llama la atención lo que Alina dice.
—Sí, también, pero no quiero que pases por lo que yo tuve que pasar, es demasiado doloroso. Que sea hijo del hombre que amas y que resulta ser un completo imbécil, no te hace querer menos a ese bebé, lo sé por experiencia…
«¿Por experiencia?», se pregunta mentalmente y algo dentro de él comienza a crecer, una furia incontenible, porque él entiende perfectamente lo que eso quiere decir.
Alina estuvo embarazada de alguien y lo perdió… ¡Y lo peor es que lo ama!
Los celos y la falta de raciocinio lo envuelven e irrumpe como un energúmeno al cuarto, olvidando qué es lo más importante en ese momento.
—¿De qué estás hablando, Alina? ¿Acaso estuviste embarazada y perdiste a ese bebé? ¡¡Y quiero saber ahora mismo ¿quién fue el maldito que te hizo ese hijo y