Capítulo 11: Otro paso más para olvidarlo.
Tras aquella celebración fallida, los días de Vania se volvieron un poco más lentos. Le cuesta caminar, comer, dormir, vivir.
Pero a pesar de todo, ella sigue luchando con sus miedos, sus dolores y quiere salir adelante, porque no es la primera ni la última mujer que pasará por algo así. Al menos no se quedó embarazada, algo que con alivio acaba de comprobar con una prueba de embarazo.
—¿Vania? —los toques de su amiga en la puerta le llaman la atención y le abre para darle un abrazo.
—Negativo.
—Ay nena, menos mal, es que hubiese sido el colmo de ese infeliz.
—Creo que con esto ya puedo seguir mi vida, dejarlo a un lado, atrás, en lo profundo del mar, donde sea, pero nunca más frente a mi camino.
—Así se habla mi griega rebelde, ahora vamos, que Roberto te tiene buenas noticias.
Caminan al comedor, donde ya los hermanos tienen listo el desayuno y Vania frunce el ceño, porque no le avisaron que hiciera su parte.
—Yo me encargo de limpiar —les dice tomando asiento, pero Roberto