—¡Katherine, si algo le pasa a Sofía, te haré pagar!
Anthony miró fríamente a Katherine con un tono escalofriante.
Cada palabra se sentía como una aguja, atravesando los puntos más vulnerables de Katherine.
¿No le hizo pagar ya?
¿No estaba apenas sobreviviendo ahora?
Katherine sonrió sarcástica, con todo el cuerpo dolorido, sintiéndose como en el infierno.
Sofía tenía razón, a pesar de que Katherine tenía las manos atadas, Anthony preferiría creer que ella había apuñalado astutamente a Sofía y no sospechar ni un momento.
Aunque Katherine muriera al segundo siguiente, Anthony pensaría que se lo merecía.
—Mátame. —Katherine rió descarada y alocadamente. —Anthony, acaba conmigo de un solo golpe y vengarás a tu amante, ¿qué te parece?
Uno a uno, los seres queridos de Katherine se fueron. Su vida era ahora más insoportable que la propia muerte.
De no ser por su padre en prisión, Katherine habría luchado durante mucho tiempo contra Anthony hasta el amargo final.
Anthony no tuvo tiempo de di