Sofía odiaba de verdad a Katherine. Si no fuera por ella, Sofía se habría convertido inicialmente en la señora Ross.
—No fue intencional, pero espero que puedas aceptar este pequeño regalo, Katherine.
Sofía deslizó la mano por la cara de Katherine, sus uñas afiladas intencionadamente dejaron un arañazo sangriento aparentemente accidental.
—¿Te ha dolido? —Katherine no respondió—. Katherine, sería mejor para las dos que admitieras tu derrota y te hicieras a un lado. No puedes vencerme, y pase lo que pase, Anthony siempre elegirá creerme.
Las palabras de Sofía atravesaron el corazón de Katherine como una hoja afilada.
Katherine sabía muy bien que el corazón de Anthony ya no le pertenecía. La mantenía a su lado sólo para atormentarla.
—No me divorciaré de él a menos que cumplas mis exigencias —dijo Katherine con decisión, cerrando los ojos.
En ese momento, Katherine sólo podía pensar en proteger a su padre.
Ya había perdido a su madre y no podía soportar ver a su padre sufrir humillacion