El aire de Roma está cargado de la electricidad de una noche que promete peligro. Renatto Corleone se prepara para la entrega de un cargamento crucial, destinado a los Piromalli, una de las familias más antiguas y poderosas dentro de la ‘Ndrangheta. Cómo simple ritual le pide a Dios que lo acompañe, tal como siempre lo ha hecho desde niño, porque puede ser muy mafioso, pero creyente.
Da una última llamada a la casa para saber de su hijo y de Isabella para antes irse a zanjar sus negocios.
Por décadas, los Piromalli han sido de las familias más leales y eficientes, por lo que entregarles mercancía para que distribuyan en sus locales nocturnos es uno de los negocios más rentables. Sin embargo, Renatto es precavido y desconfiado, por lo que jamás ha dejado que nadie más que él se haga cargo de la entrega de producto.
La ubicación elegida es neutral,