Un par de semanas después, el pequeño Christopher crecía lleno de salud y el amor de sus padres y de todos aquellos a su alrededor. Parecía que la casa entera giraba a su alrededor y es que todos deseaban poder cuidarlo y mimarlo.
Catherine se sentía cada vez más fuerte, aunque debía reconocer que no se encontraba lista para enfrentarse a su padre y a todo el caos que seguro se desataría con su caída. Por lo cual había decidido esperar y es que sabia que cuando ese momento llegara debía estar completamente restablecida y lista para la pelea.
En cuanto a John, las cosas se tornaban cada vez más difíciles para él. Estaba perdiendo grandes cantidades de dinero y sus negocios no dejaban de ser atacados. Si bien nadie parecía ser consciente aun de que él estaba detrás de todos estos, sabía que eso no tardaría en suceder y deb&iacut