"¡Tienes que verlo para creerlo!"
- ¡Vale! -Entiendo el camino. -¡Vuelvo dentro de un rato!
Sigo sus instrucciones y recorro el palacio como solía hacer con mis hermanas en los museos.
"¿Por qué los palacios tienen que tener tantas habitaciones?".
Bajo las escaleras del sótano y encuentro otro pasillo con varias habitaciones. No había arañas, ni murciélagos. Era un pasillo largo que a diferencia de los otros tenía una pared al final, indicando el final. Varias puertas a ambos lados, lámparas de araña iluminando y una pintura barata en la pared.
Un punto negativo para las diversas injusticias que Thomas, comete.
- ¿Peter? -Lo veo tumbado en la esquina de la puerta entreabierta.
- MAJESTAD -impresionado, se levanta de la cama y se dirige a la puerta invitándome a entrar.
"¡Maldita sea, sólo lleva una canción de samba!".
- ¿Ha pasado algo? -pregunta aún sorprendido por mi presencia.
- N-no... -respondo completamente perdida en las curvas de su abdomen.
- Lo siento, ¡aquí nunca