Emil.-
El rostro lleno de sudor de Desmond aunque borroso, visible, solo a momentos en el que mis ojos se abren y se cierran, siento la presión en mi pecho.
— ¡Aguanta Emil, no te puedes morir! ¡NO TE PUEDES MORIR!
Mis fuerzas se van desvaneciendo rápidamente, tomo lo último que me queda para quitarme la mascarilla de oxígeno.
— P…Pr… protege a… Nadia
Después todo se volvió oscuro y mis ojos se cerraron en un sueño muy profundo.
Nadia.-
Miro de nuevo el celular, Emil debió haber llegado a Serbia hace más de una hora, que este enojado conmigo, no significa que no deba avisarme sus movimientos, somos un equipo, en eso habíamos quedado.
Mis ojos se enfocan nuevamente en Aleksi que sigue dormido y yo sin poder pegar un solo ojo, esta angustia en mi pecho no aminora, la espera me está matando.
Elijo hacer lo que me dijo Lina, relajarme y descansar, me recuesto en la cama con cuidado sin despertar a mi hermano, no sé en qué momento, pero mis ojos se cierran y mi cuerpo se relaja.
(…)