Emil.-
— Quiero a tres de ustedes custodiando mi terraza, y dos la puerta si ella escapa lo van a lamentar.
Los gritos de Nadia y sus golpes sobre la puerta se escuchaban por toda la casa, estaba hecha una fiera.
— ¡¿Qué es lo que está pasando?! –entra Lina, detrás de ella Desmond con mala cara–. ¿Esa es Nadia?
— Sí, la encerré en nuestra habitación –ambos me miraron como si hubiese perdido la cabeza.
— ¿Te volviste loco?
— Al parecer Aleksi está vivo, los araña roja lo tienen, Nadia quiere buscarlo, pero no puedo permitírselo –aprieto mi mandíbula sintiendo la presión de la frustración.
— ¿Por qué? es su hermano, hay que rescatarlo
— ¡No olvides tu lugar Lina! –elevo mi voz haciéndola callar–. tienes prohibido verla hasta que se le enfríe la cabeza.
— Pero… –Desmond la toma por el brazo.
— No contradigas –le ordenó con una naturalidad algo insultante.
Lina se soltó de su agarre con enojo, se alejó fulminándonos con la mirada.
— ¿Aleksi está vivo? ¿Es verdad? –Desmond bajó s