69. tú eres la tentación pura
Desvío la mirada hacia Ethan, que mantiene una expresión neutra mientras lleva la taza a la boca. El único indicio de su incomodidad es la fuerza innecesaria con la que sostiene la porcelana.
—Theo no me comentó nada ayer —murmuro, fingiendo interés mientras me sirvo un poco de café.
—Porque Alec y yo lo arreglamos ayer, al final de la jornada —explica James, sonriendo. Ethan suelta una risa sarcástica, dejando el periódico a un lado.
—Si tú y Alec siguen así, no tardarán en organizar un matrimonio arreglado —comenta, con un tono cargado de ironía.
—No seas exagerado, Ethan —responde James, rascándose la nuca y mirándome—. No quiero que pienses eso, Mia. Es solo que… todavía estoy acostumbrándome a esto de ser suegro de alguien.
Me atraganto con el café, tosiendo, mientras Ethan me ofrece una servilleta y James me mira preocupado, con el ceño fruncido.
—¿Suegro? —pregunto, entre tos y tos, mirándolo con los ojos muy abiertos.
—Tal vez fui un poco exagerado —admite rápidamente,