“Mia Bennett”

Siento los pasos de Ethan detrás de mí apenas entro en la sala de estar.

Es imposible ignorar su presencia. Tiene esa extraña habilidad de hacer que cualquier espacio parezca más pequeño con solo estar en él.

Me siento en el sofá y me aferro a un cojín, fingiendo una calma que está lejos de ser real. Ethan toma el control remoto de la televisión y la enciende.

—Elige lo que quieras —dice, pasándome el control antes de sentarse en el otro extremo del sofá.

Me muerdo el labio, intentando concentrarme en buscar una película. Es más fácil que pensar en el hecho de que estoy medio desnuda, usando solo su camisa. O que esa misma camisa lleva su perfume. O que…

—Elige de una vez, Mia —su tono autoritario interrumpe mis pensamientos, haciéndome mirarlo.

—Solo estoy pensando… No se puede ver una película sin palomitas —disimulo, dejando el control a mi lado—. ¿Tienes palomitas?

—Claro que no iba a ser tan fácil —se queja, poniendo los ojos en blanco—. ¿No puedes simpleme