Punto de vista de Armonía.

Caminaba hacia el club con Melodía en mis brazos, Mav sosteniendo mi mano y Mística a mi lado. Sentí un alivio al percibir que el peso de todo lo que había sucedido y lo que podría haber ocurrido se levantaba de mí.

Los miembros se apartaron para dejarnos pasar. Todos decían lo mismo: qué felices estábamos de que hubieras vuelto. Nos alegraba verte bien; eras muy afortunada de que te encontráramos.

Asentí a cada persona mientras me sentaba. Michela corrió hacia mí con los niños.

—Ay, gracias a Dios que estás bien. —me abrazó y yo abracé a Melodía y a ella lo mejor que pude. Los gemelos tenían lágrimas en los ojos.

—Oh, mis pequeños valientes, estoy bien. Ven aquí, estoy bien. —los abracé a ambos y lloraron en mi hombro. Estos niños debieron haber estado aterrorizados de que nunca más me verían, igual que los miembros.

—Bueno, ahora estoy aquí. Vamos a secar esas lágrimas, y quiero escuchar todo lo que ustedes tres han estado haciendo mientras yo estaba fuera.