"Mami, baño". Susurra.
Le sonrío, la bajo y ella corre al baño de la planta baja. La sigo para ayudarla con el pijama y el pañal, la siento en su asiento especial y espero junto a la puerta. Mientras hace sus necesidades, canta la canción del pipí y no puedo evitar reírme. Tras ayudarla a lavarse las manos, sale corriendo junto a mí, siento que está creciendo tan rápido que solo puedo sacudir la cabeza con asombro.
El resto del día lo pasamos viendo películas, comiendo bocadillos y con el tatuaje rondándome la cabeza. Después de un día entretenido en casa y jardín, nos acostamos a dormir.
A la mañana siguiente, después de nuestra rutina habitual, le estoy cepillando el pelo a Rebel, cuando suena el timbre. Reviso mi teléfono y veo a mi tío Gianni en la cámara, con el tío Marco detrás. Con Rebel en mis brazos, me dirijo a abrirles la puerta.
"Ven aquí, pequeña". Sollozo mientras me acerco a Gianni.
Es el primer hombre que abrazo o al que le permito tocarme desde lo ocurrido.
"Tranquil