El viaje de Dameron hasta ahora no había sido lo que esperaba. Con su cargamento comprometido, había decidido que sería mejor lidiar con el problema en persona, ya que las personas que había llegado a conocer le parecían incompetentes en sus trabajos.
Actualmente estaba en una reunión con los hombres que distribuían su producto en Los Ángeles.
"¿Y por qué diablos están mis productos en peligro, eh?" les gritó.
"Necesitas saber que esto no es culpa nuestra, hombre. Como te dijimos, ha habido una guerra de drogas de mierda por aquí. Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo..."
"Si este es tu mejor esfuerzo, entonces no me sirves. ¡Tu mejor esfuerzo debería ser bueno! No me des excusas estúpidas. No tengo nada que ver con la guerra de drogas que tengáis por aquí. ¡Tu trabajo es asegurarte de que mis productos se vendan y mi dinero esté intacto!" gritó Dameron, su voz retumbando por la habitación.
"Lo estamos manejando. Entiendo y realmente no me gusta cómo nos hace quedar, porque maldita