La voz de Gabriel se volvió seria.
—¿Y yo por qué voy a ser su hermano?
—Regi es como mi hija. Y tú eres mi hijo. Como eres mayor que ella, pues eres su hermano, ¿o no?
Esa palabra era una provocación. Gabriel miró a su madre, consciente de que ella lo decía a propósito. Ya no quería seguir con esa situación con Regina, así que decidió ser directo.
—Pienso volver a casarme.
Silvia escuchó la frase y fingió no entender.
—¿Volver a casarte? ¿Con quién?
Gabriel se molestó y recalcó:
—Solo me he casado una vez.
—¡Si me ocultaste la boda y el divorcio! ¡Quién sabe si te has casado una o dos veces!
Gabriel se quedó sin palabras. Silvia le pidió a una de las empleadas que le trajera un vaso de leche. Gabriel no tuvo más remedio que volver a hablar, esta vez siendo más explícito.
—Quiero volver a casarme con Regi.
—¿Con Regi?
Silvia lo miró de reojo.
—¿Y ella está de acuerdo?
—No.
—Ah, vaya. Así que es solo una fantasía tuya.
Silvia se burlaba de él sin disimular el gusto que le daba verlo en