Esta vez, Maximiliano no llevó a su novia a saludar a su madre; en lugar de eso, la tomó de la mano y se dirigió directamente a conversar con su grupo de amigos.
Aquello encendió la furia de Alicia, pero con tantos invitados presentes, no podía permitirse una escena en ese momento. No le quedó más remedio que ignorar la situación.
Pero aunque ella fingiera no ver, los demás sí lo notaron.
—¿Cómo es que Max no viene a saludarte?
—La mujer que trajo es esa actriz, ¿no? ¡Se ven muy acaramelados!
—Regi, anda, llámalos. Que Max venga a saludarnos, ¡que no nos ignore por una cualquiera!
Regina apretó los labios con suavidad, inmóvil.
La reacción de la joven les pareció extraña a las presentes. Alicia se giró hacia ella y dijo:
—Regi, no te quedes aquí con nosotras. Lisa y las demás muchachas están por allá, ¡ve a divertirte con ellas!
Comprendió que la señora Valderrama intentaba sacarla del apuro, alejarla de la incómoda situación.
Asintió de inmediato.
—Claro —respondió, y tras despedirse