Capítulo 42
—Maximiliano, ¿estás loco o qué te pasa?

—¡Gabriel, Regi y yo estamos aquí!

Regina vio a Gabriel y a Elena acercarse con sus charolas, así que colgó deprisa y bloqueó el número.

Él se sentó, como de costumbre, junto a Mateo, y Elena se acomodó al lado de ella.

No le sorprendió ver a Elena.

En cambio, Elena, al verla, le dedicó una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

—Señorita Morales, otra vez por aquí.

Regina percibió que no era bienvenida. Sabía que a esa mujer también le gustaba Gabriel, pero él no tenía novia en ese momento, así que podía competir por su atención.

Antes de que pudiera decir algo, Mateo se adelantó:

—¡Regi acaba de recargar su tarjeta en el comedor! De ahora en adelante, va a comer con nosotros todos los mediodías.

—La comida de nuestro comedor es bastante regular, para ser honesto. Que a alguien tan «delicada» como la señorita Morales le guste la comida de fonda es, cuanto menos, sorprendente. ¿No será que tiene «otras intenciones»?

Elena levantó la vista hacia el q
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP