Regina vio el mensaje que Sebastián Rivas le había mandado.
Lo pensó un momento antes de responder.
[Tú decide, por mí no hay problema].
[¡Entonces déjame investigar para encontrar un lugar rico! ¡Qué emoción!]
Cada vez que veía los gifs tiernos que le mandaba Sebastián, no podía evitar sonreír.
[¿De dónde sacas tantos gifs?]
Después de preguntar, los guardó. Ya tenía una colección enorme, y él nunca repetía ninguno.
Él contestó, muy orgulloso:
[No son míos, son de Ernesto. Le copié todos los que tenía. Jeje.]
Al pensar en Ernesto, no le cuadraba para nada.
El indicador de que estaba escribiendo no desaparecía y, al poco rato, llegó otro mensaje.
[No te dejes engañar por lo grandulón que se ve, en el fondo tiene su lado súper delicado. Le encanta ponerse perfume y mascarillas para el pelo].
[Y ni hablar de Leo. Le fascinan las camisas floreadas, pero cada vez que se pone una, las mujeres lo batean porque dicen que parece un riquillo venido a menos. ¡Hasta sus calzones son de color rosa