Capítulo 18
Santiago le dio un golpe a la mesa y le ordenó a Jay sentarse
—¡¿No escuchas?! Luisa es mi enfermera y una protegida de la familia, no voy a permitir que pose en lencería, ante la mirada de los hombres.
Jay se enfado, también le dio un golpe a la mesa
—Nunca le he pedido nada a esta empresa, no puedo creer que no puedan cumplir mi único capricho.
Se fue de la sala de juntas, diciendo que si yo no posaba como su modelo, renunciaba y se llevaba sus diseños.
—Señor por favor, la producción está en marcha, si Jay se va, perderemos varios millones y los clientes nos comerán vivos con las clausulas del contrato.
Santiago miro imponente a aquel hombre que solo buscaba darle un consejo
—Pues ve y buscalo, dale dinero, lo que pida, pero Luisa no va a posar su lencería.
Manejo su silla de ruedas cerrando la junta y me fui tras el, todo habia pasado tan rápido que no entendía nada, pero si que el estaba celoso.
Ya conocía sus reacciones, su manera desmedida de cuidarme.
—¿Que pasa?