Marcos
Creían que habían ganado. Observé desde las sombras mientras Carlos guiaba a Salvia por los jardines, con su mano posesiva en la parte baja de su espalda. La forma en que ella lo miraba ahora, con ojos tiernos y sonrisas suaves... sería divertido si no fuera tan útil para mis planes.
—Qué imagen tan acogedora —murmuró Matilda, apareciendo a mi lado—. Tu pequeño plan para separarlos fracasó.
—¿Tú crees? —Mantuve mi voz neutral, estudiando cómo el poder irradiaba de Salvia ahora. Tanto potencial, envuelto en un paquete tan delicado—. A veces hay que dejar que la presa se sienta segura antes de que comience la verdadera cacería.
Sus ojos se entrecerraron ligeramente. —¿Qué estás planeando?
—La pregunta es, ¿qué estás planeando tú? —Me volví hacia ella con un interés calculado—. Los territorios del Norte siempre han querido más control sobre el Rey Licán...
—Y lo tendrán —su perfecta sonrisa guardaba secretos—. A través de la Luna perfecta que entiende sus intereses.
—Los territorio