—¿Todo bien, muchacha? —ruge, y yo asiento.
De repente he perdido la capacidad de hablar. Estoy exhausta.
—Voy a llevarla a casa. ¿Todo bien arriba?
—Sí, todo bien —confirma Mark. Vuelve a saludarme con la cabeza y yo bostezo otra vez—. Pediré tu coche. Llévala a casa. —Saca el teléfono y da unas cuantas instrucciones breves y precisas y luego asiente en dirección a Nick.
—Tengo que despedirme de Lucas —consigo musitar a pesar de mi agotamiento. Me dispongo a bajarme del taburete, pero Nick me pone la mano en la rodilla para detenerme.
Y entonces Mark suelta una de sus profundas risas de barítono, que te hace temblar de pies a cabeza.
—Creo que acabo de ver cómo desaparecía con Derek y un par de chicas en el piso de arriba —anuncia. «¿Qué?»
Nick se contagia del humor de Mark.
—¿Quieres subir a despedirte?
—¡No! —Sé que mi cara refleja una repulsión absoluta, y ambos ríen aún con más ganas.
¿Presenciar cómo mi hermano copula con una desconocida? No, gracias. Joder, ¿se l