El portero dejó entrar el auto de Andrés para que no estorbara en la entrada, ya que muchos vehículos entraban y salían constantemente del conjunto de apartamentos.
—Qué mala es tu madrastra. Si tu padre te regaló el apartamento, no debe meterse en ese asunto; eso es problema de tu padre, no de ella. ¿Y tu papá dónde está?
—Mi padre está de viaje y no quiero molestarlo. Esperaré hasta que vuelva y le pediré que solucione este problema.
Victoria y Andrés ingresaron al apartamento. Ella tenía copia de la tarjeta que no le devolvió a su madrastra. Se dirigió a su antigua habitación para buscar sus documentos; por más que buscaba, no los encontraba. Le preocupaban las palabras del vigilante: no debía demorarse, porque si la señora Isabel se enteraba, podrían despedirlo, y él tenía una familia que alimentar.
Victoria extrañaba su cómoda cama para descansar. Lástima que ya no podría utilizarla más. Decidió recostarse por última vez y disfrutar, aunque fuera un rato.
En ese momento llegó And