**Lyra**
No esperaba esa respuesta de Tharion.
Me había quedado mirándolo, sin saber si había oído bien.
¿De verdad no iba a detenerme? ¿No iba a decirme que era una locura hablar con Mikail y Rowan en medio de una guerra?
Porque lo era. Una locura total.
Estaba embarazada, con el vientre redondeado y sensible. No podía ponerme en el centro de un conflicto donde dos Alfas podrían estar dispuestos a cualquier cosa por ganar.
Y aunque no lo dijera en voz alta, no quería que supieran de los bebés. No aún.
Los conocía demasiado bien… seguro querrían retenerme, usarme como argumento, discutir sobre quién era el padre.
Pero Tharion…
Él tenía el conflicto dibujado en el rostro, los ojos sombríos por lo que no decía, y aún así… me había dicho que no me dejaría sola. Que estaría allí, aunque no estuviera de acuerdo.
¿Acaso el Rey Lycan era una especie de dios?
Era protector, benevolente, generoso. Cálido. Todo lo que Mikail y Rowan no habían sido del todo, aunque quisieran pretenderlo.
Tha