**Rowan**
El territorio de Mikail apestaba a tensión. Su manada estaba armada hasta los dientes cuando crucé los límites, pero no me detuve.
No había venido a negociar.
Mikail me recibió con esa arrogancia que siempre lo caracterizaba, el ceño fruncido, los brazos cruzados.
—Quiero a Lyra de vuelta —fui claro, conciso y preciso.
—No puedes llevártela —espetó ceñudo—. Lyra está aquí por voluntad propia.
—¿Por voluntad o por miedo? —dije con los dientes apretados—. No te atrevas a jugar con eso, Mikail. Ella es mi Mate, me pertenece.
—Ya no. La perdiste.
Quise destrozarlo con mis propias manos. Pero respiré hondo.
***
**Mikail**
Desde el primer segundo en que vi a Rowan cruzar los límites, supe que algo no cuadraba. Venía solo, sin su séquito de idiotas engreídos, y con el ceño marcado por una tormenta que no supe leer de inmediato.
No era el mismo Rowan altivo y seguro de siempre.
La quiere de vuelta, dice que es su Mate y que le pertenece.
Tenía que decírs