**Lyra**
Krimson soltó otra de sus bromas cuando vimos a Rowan en la entrada del castillo, escoltado por guardias y mirando a su alrededor con esa expresión seria y solemne que solía usar cuando quería parecer alguien importante.
—¿Va a aparecer alguien más? —murmuró Krimson con un suspiro teatral—. Digo, por si abrimos lista de espera para los ex.
Rodé los ojos y no respondí. No porque no quisiera, sino porque por dentro hervía. Sus palabras, aunque disfrazadas de burla, me dolían.
Me sentía observada, juzgada. Y peor aún, invadida por los fantasmas que tanto me había esforzado por enterrar.
Vi a Tharion. Su ceño fruncido, sus labios tensos. No necesitaba leer su mente para saber lo que pensaba.
Estaba desconcertado, molesto… celoso. Y tenía todo el derecho.
Sus palabras “tú decides si se queda,” me dieron unos cien años de vida. Eso significa que él confía en mí a pesar de todo.
Habíamos dejado claro que esto entre nosotros era real. Teníamos un hijo, y aunque no le habíamos puest