No lo voy a permitir.
Las horas pasaban a cuentagotas, Steven miraba el celular y no sabía si seguir su instinto o solo ignorar lo que en ese momento estaba sintiendo. ¡Solo soy un paralítico sin valor! ¿Otra vez voy a caminar en la cuerda floja? Ella merece algo mejor.
Su cabeza se turbó entré pensamientos, fue cuando el timbre de su celular sonó con un mensaje y lo regresó de inmediato a la realidad.
*Clin*
Mensaje no leído: Yuli.
—Se sintió diferente.
—¿Qué?
—Nada. Disculpa si te he interrumpido.
—Todo lo contrario, tus mensajes me traen alegría, así que me gustaría saber que has sentido diferente.
—🤭🤭
—¿El beso? Si te refieres a eso, deseo repetirlo.
—😳😳 No creo que sea prudente.
—¡A no! ¿Por qué no lo sería? ¿No te ha gustado? Si es así, te voy a pedir disculpas.
—No hay nada de lo que tengas que disculparte, lo que sucedió, ambos lo decidimos como adultos y en mi opinión fue, fue diferente.
—¿Cómo adultos? Me sentí como un pequeño bebé consentido y derretido ante el dulzor de tus labios.
—¿De ver